EL VALLENATO

miércoles, 9 de noviembre de 2011

LA OCASION DE CANTAR.



La ocasión social para cantar y escuchar vallenatos, fue la excusa donde nació la parranda. Se fue despojando de los bailes de la cumbiamba, de los coros y palmas de la tamborera y del bochinche de los merengues --en el sentido de juergas--, hasta quedar convertida en lo que sigue siendo: una reunión que gira en torno a la música para oír.

A medida que fue pasando el tiempo, la parranda fue desarrollando sus propios protocolos. En ella se presta atención primordial al que toca y al que canta, por lo cual están mal vistas las conversaciones y es imperdonable bailar; no hay horarios, y a lo largo del tiempo de duración, que puede ser de varios días, se come en forma continua, de preferencia chivo y queso salado- y se bebe en forma abundante, de preferencia whisky; ningún taburete (asiento) puede dar la espalda a otro; y no se permiten más instrumentos que los tres tradicionales, o, cuando más, se hace la concesión ocasional a una guitarra.

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